martes, 30 de noviembre de 2010

S.I.D.A.

Dedicado a todos los que sufren este mal. Testimonio real.

Hace un tiempo me enteré de que alguien que en su momento fue cercano a mí, se había contagiado del pandemónium de nuestros días; le había dado el sidral.

Inmediatamente supe que yo, también tenía sida.

Mi mundo se derrumbó en pedazos.

De pronto, nada tenía sentido ya para mí.

A mi desordenada vida, a mi vida de junior, a mi poco recatada existencia le había llegado la hora de la verdad.

Lloré. Lloré mucho.

Pero la vida continuó, así que pues, no me quedó más remedio que seguir viviendo, que le iba a hacer, ya nada podría hacer que mi suerte cambiara, no era ningún sueño, no era una pesadilla, intenté cruzar mi mano izquierda con la derecha, pero no, se detenía a cada intento.

Pensé en compartir mi pesada loza con mis más cercanos Amigos, pero creí que no

era justo de mi parte hacerlo, era mi cruz y solo yo, debía cargar con ella; además en aquel tiempo, yo vivía solo en un modesto departamento a 2 cuadras de la torre de Xxx-Xxx donde me desempeñaba como coordinador de un área en la Contraloría General; alguna vez que me enfermé por comerme una ensalada en Burger King y que casi me muero y que tenía mucha fiebre le llamé a uno de mis Amigos, él estaba ocupado así que envió inmediatamente a su esposa a que me atendiera, llego con sus tres hijos pues no tenía donde dejarlos, a la media hora llegó el, me tocó la frente y me ordeno meterme a la regadera con la consigna de que si no lo hacía el me metería a la fuerza... ... Si eso paso con un bicho estomacal que me podría esperar yo si ahora, tenía sida.

Entonces pensé que iba a hacer con el poco tiempo que me quedaba, es decir, a un sidoso (como dicen algunos, lo cual me parece muy peyorativo) le quedan cuando mucho 15 años de vida, a veces menos.

Cuando se terminaron las lágrimas y acepté mi nueva condición caí en cuenta de que este nuevo cambio se parecía a aquellos tiempos en los que no me aceptaba como homosexual, por aquellos años sufría yo mucho por mi condición distinta y "anormal", hasta que un día por fin lo acepté, fue muy difícil, pu

es hubo que desmantelar mi falso yo, ya no me iba a casar, ya no iba a tener hijos, así que ya no necesitaría un vehículo familiar, ni necesitaba crear mucha riqueza para poder dar buena vida a la familia pues ya no la habría, fue difícil encontrar más homosexuales al principio, es más, fue difícil pararme frente al espejo y decirle a ese wey: "eres gay" , pero cuando lo logré me daban ganas de correr y de saltar y de gritarle al mundo que yo era gay, y que haberlo descubierto y aceptado me hacía muy feliz, siempre he visto con extrañeza a los que de pronto una mañana se dan cuenta y su vida sigue sin muchos cambios, para mí no fue así.

Pero ahora, luego de haber superado aquella etapa, se presentaba una nueva situación que cambiaba el rumbo de mi vida y que trastocaba de lleno y de fondo mi existir.

Así que comencé a planear mi vida, pensaba hasta en lo que diría mi epitafio y el sufrimiento que habría de causar a mi familia mi muerte.

Pero eso descubrí que lo que hicieran o no hicieran las gentes a mí al rededor me era ajeno, no podía a esas alturas de mi vida preocuparme por ellos, necesitaba comenzar a ocuparme de mí, pues a lo sumo, me quedaban 15 años, por aquellos tiempos tendría yo 26 o 27; y no estaba ni estoy dispuesto a que el resto

de mi vida sea una inutilidad, los demás, mi familia, mis Amigos y los otros 600 millones que atiborran este planeta ya estaban tomando o no sus decisiones, pero al fin nadie iba a vivir ni a morir por mí, solo yo y mis fuerzas, solo yo y mis decisiones. Igual que cuando decidí ser gay, era mi decisión, no la de nadie más.

Poco a poco me fueron cayendo veintes como a una vieja máquina tragamonedas, no podía aceptar el dar mi vida y mis fuerzas a la aplicación de una ley que a nadie le interesa cumplir, trabajar en la Contraloría de Xxx.Xxx me permitió conocer más de cerca la corrupción, yo siempre di mi mejor esfuerzo en ello, denuncié e informé a mis superiores el resultado de las irregularidades encontradas en los expedientes a mi cargo, pero mi esfuerzo a decir verdad poco cambio hizo. Todo terminó un día cualquiera en el que después de caminar dos cuadras subí 18 pisos de la Torre Ejecutiva, apenas habían pasado unos 20 minutos después de las 9am, mi hora de entrada, me puso muy incómodo ver caras largas a mi alrededor, no me explicaba que sucedía, pensé que alguien se había muerto, me levanté de mi escritorio para preguntarle a mi compañero que era lo que tenía aquella gente, varias compañeras lagrimeaban mientras otros estaban pálidos, de pronto sonó mi extensión telefónica y me obligó a regresar a mi asiento.........

mi superior me informaba que debía de presentarme a la oficina del

subcontralor, 27 pisos arriba de mi área de trabajo, el hombre que un día me había invitado a colaborar con él, me informaba que a partir de ese mismo día quedaba yo despedido, al igual que otros 449 empleados de la Subcontraloría. Fox, meses antes había expresado con su tradicional elocuencia el despido de 50 mil trabajadores del Gobierno Federal, nunca le creí.

Total que no encontraba yo, en mi nueva sidosa situación, ningún motivo para seguir procurándome un trabajo de “abogado”. No; me quedaban 15 años de vida y no los iba yo a desperdiciar sentado atrás de un escritorio haciendo cosas que a nadie le importan, ni estafando a la gente, pues la fama de la profesión de abogado, por supuesto que no es gratuita, es más un día mientras cursaba los primeros años de mi carrera, de mi propio pecunio pague la fianza de un muchacho acusado de asaltar una papelería en contra esquina de mi trabajo, que en aquel tiempo era de Jefe de departamento en la Xxxx-Xxxx-Xxxx, yo vi como de pronto un muchacho era acusado de algo que no había cometido, tan solo por el enojo y perturbación de un anciano, no creí que llegara a tanto, terminé pagando la fianza de un muchacho al que saque del reclusorio norte, pero esa es otra historia.

Pero ya no, no me es agradable convivir con los agentes del ministerio público, me enferma su actitud; a decir verdad tengo contados Amigos de profesión abogado; creo que puedo dar algo más precioso y más bonito y más satisfactorio a “esto”, como le quieran llamar a los motivos de la vida.

Entonces renuncié a la práctica del derecho, lo cual fue un gran lío pues no sabía yo, hacer nada más; busque entonces trabajo en otras áreas, al tiempo y después de infructuosa búsqueda, me di cuenta de que mi impecable currículo como funcionario público, era un impedimento si quería trabajar en la iniciativa privada, ahora yo, orgulloso de los trabajos que he desempeñado y en los que siempre procuré mi mejor esfuerzo, me encontraba que mi currículo era poco menos que avergonzante, inservible si lo que quería era trabajar para una empresa lejos de la burocracia gubernamental, no sabiendo que hacer ni cómo responder a ese nuevo descubrimiento, con gran desgana me senté frente a mi computadora y falseé la información, borré todo lo que tuviera que ver con el aguila y la serpiente, todo lo que como primer título llevara la leyenda “Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos”, entendí que era una ofensa para los industriales un currículo con tal combinación de letras, nisiquera merecía yo, una entrevista de trabajo.

Una vez se me ocurrió pedir trabajo en un banco, como telefonista, me sentí

muy seguro pues ya tenía un curri que no tenía nada que ver con el gobierno, ahi me dijeron que los bancos, no contratan “por política”, abogados; sin importar donde hayan trabajado antes.

-Me lleva la chigada- me dije.

Así transcurrió el tiempo sumergido en la inestabilidad, sostenido casi únicamente por la fe, cariño y aprecio que algunos tienen en mí.

Decidí que teniendo los días contados, nada se iba a interponer entre yo y mi felicidad, decidí que viviría cada día de manera intensa, aprendí lo delicioso que es el sol cuando golpea de pronto mi rostro por las mañanas, lo maravilloso que es tener frio, la gloria de tener algo que comer, y aprecié como nunca todos mis sentidos, tome mi bicicleta y pedalee hasta llegar a Puebla y Tlaxcala, Cuernavaca y otros lugares, probé de todo y en eso me di cuenta de lo maravilloso del cuerpo humano y lo poco que lo usamos, me di a la tarea de apren

der más cosas, de llenar mi mente de conocimientos y de experiencias, de disfrutar de todo, probé todas las drogas que pude para después considerar su uso demasiado arriesgado, solo me quedé con la cannabis sativa, -la muy noble-.

Pensé en que todo eso que leía y que aprendía debía de encausarse en algo que me fuera agradable y que me permitiera regalarle algo al mundo, a “esto” lo que sea o como se llame.

Entonces, se me ocurrió que debía estudiar una nueva carrera, así que un día hice una lista de cuáles eran las posibles carreras a adoptar, en razón de lo satisfactorio que cada una me resultara, la lista fue conformada por letras, psicología, filosofía e historia, las primeras en salir de esa lista inicial fueron psicología y letras.

Necesitaba yo, de mi nueva carrera varias cosas: algo que me permitiera mejorar mi capacidad de redacción, pero consideré que letras no necesariamente lo haría. Necesitaba que mi nueva carrera no me enfrentara, como en derecho, con otros seres humanos, no necesito yo saber los problemas de nadie ni me interesa saber si odian o aman o si sienten deseos de tal o cual o si sus pulsiones los dominan, ni me interesa explorar las profundidades de la mente de nadie.

Necesitaba comprender mejor el mundo para poder analizarlo mejor, para e

so consideré que historia y filosofía me serían de gran utilidad, revisé planes de estudios de ambas carreras encontrando que el de filosofía era un verdadero sueño a la medida de mis intereses, ......

sin embargo el de historia no era mucho menos atractivo que el otro, luego consideré lo agradable que me resulta viajar y conocer sitios históricos con pleno conocimiento del lugar sobre el que estoy parado y el significado de lo que ven mis ojos; un día me propuse escribir un cuento que sucediera en la época medieval, encontrando que mi conocimiento sobre el tema no era tan amplio como lo creía por lo que tuve que salvar lo ya redactado buscando un final precipitado, esto era muy malo, pues siempre he disfrutado de la novela histórica y para lograr escribir una, hay que saber historia realmente.

Luego pensé en la profundidad de pensamiento que otorga la filosofía a quien la estudia, y la posibilidad con ello de elucubrar el infinito, la búsqueda del ser, y el descubrimiento del yo.

Meses anduve sin saber cuál elegir.

Entonces pensé que ayudaría a mi resolución, el hacer una breve investigación sobre a que se dedican en México los filósofos e historiadores en su actuar profesional, encontrando que nuestr

o país no ha dado demasiados filósofos al mundo, el único que hasta hoy identifico es Ramón Xiarau, a quien aún no leo.

Además desde mi punto de vista (tendencioso y claramente influido por las vivencias que os comento) la carrera de filosofía se ha visto grandemente desprestigiada desde que Fox tiene un vocero filosofo. Mientras que al contrario, los historiadores Mexicanos gozan de mejor fama incluso a nivel internacional, además este país está lleno de historia detrás de cada piedra y de cada árbol; ese día decidí que estudiaría historia.

Mi vida entonces tuvo un repunte en cuestión de estabilidad económica, lo cual me tranquilizó mucho, además de que me acerco a un hombre (por mí, nunca bien ponderado) que me respaldó y animó a hacerme el examen del sida.

Después de algunas discusiones consideré que a pesar de ser portador del VIH por fin estaba tomando decisiones bien pensadas y planeadas a futuro, no importando que este durara solo 15 años, además ¿quién puede conocer la fecha de su muerte?

Así que me armé de valor y acudí a un centro de salud donde ese estudio se hace de manera gratuita, me preguntaron que si cogía o no cogía y que desde cuanto no cogía y con quien cogía y q

ue como cogía, y casi hasta las posiciones a las que más disfruto.

Fueron 10 días de mucho estrés, me dijeron que si el resultado salía positivo, la sangre era enviada a otro lugar donde le hacían una segunda prueba, pero que si la prueba salía negativa, entonces no habría duda de estar sano, pero que de cualquier manera debía esperar el plazo completo sin importar que a la primera se obtuviera un resultado favorable.

Yo ya tenía en mi nueva situación de sidoso (como dicen) mi vida más o menos estructurada.

Una mañana de octubre fui a recoger mis resultados.

El resultado fue contundente:

“Tlaxcala, Tlax a 24 de octubre de 2005.

A QUIEN CORRESPONDA:

SE REALIZÓ RASTREO DE ANTICUERPOS DE VIH/II, MEDIANTE LA TÉCNICA DE INMUNOENSAYO ENZIMATICO (ELISA), AL SIGUIENTE PACIENTE:

XXXXX – XXXX –XXXX

HABIENDO RESULTADO:

V.I.H NO REACTIVO V.D.R.L. NO REACTIVO

ATENTAMENTE DIRECTORA DEL C.I.D.S (Centro de información y detección del sida) ...” Ósea: no soy portador del V.I.H.

¡Qué barbaridad!, ¡Años pensando que sí!, ¡hasta abandoné mi antigua forma de vida tan solo porque creí que tenía el sidral!

¿Y ora?

Pues que descubrí una nueva forma de ver el mundo, ya no pienso en que tal vez muera en 15 años, ahora pienso en que tal vez muera mañana mismo, o al ratito a lo mejor.

Y disfruto de la vida sin remordimientos, buscando siempre el equilibrio, buscando satisfacer todos mis deseos sin dañar a nadie, procuro comer moderadamente, hacer ejercicio, fumar buena mota moderadamente, tomar chelas moderadamente,... creo que mi único vicio es la chaqueta, espero un día superarlo.

Yo creo, yo me siento poseedor de un grado conciencia que la mayoría de las personas no tienen, porque tuve la fortuna de tener sida y de no tenerlo. Por qué enfrentar esa posibilidad es un ejercicio que la mayoría jamás experimentará.

Creo que incluso si fuera VIH+, encontraría deliciosa la vida y la disfrutaría a c

ada momento y a cada momento procuraría dar lo mejor de mí, porque no debe haber nada que nos permita perder el sueño, o vivir preocupados, lo mejor es ocuparse de ser feliz y a la chingada lo demás.

Procurar felicidad a nuestro al rededor, y entender que hay 6 millones de formas distintas de ver el mundo y la vida; y que todo es relativo, y que la suerte hizo que naciéramos en esa familia, ya que bien pudimos haber nacido en una con otros valores distintos, con oportunidades distintas, y que de ser así tal vez viviríamos en un arrabal o en una ciudad perdida, por eso es que no hay que vanagloriarse de tener un poco más de dinero que el de a lado, ni de ser de un color o de otro, todo es relativo; ni tampoco hay que dejarse pisotear por el poderoso ni por nadie que sea un poco más güerito o más rico.

Soy amante de la paz, pero soy más amante del derecho y de la justicia.

No a la corrupción, No al abuso de poder, No a la discriminación, No a la explotación irracional del hombre por el hombre, No al engaño y la simulación, No al consumismo, No al abuso de los recursos del

planeta, No a la guerra, No a la pena de muerte, No a la tortura, No al uso desmedido de los coches, No a los malos gobiernos, No a los transgénicos.

A casi un año de haber dejado de tener sida, me encuentro a un mes de comenzar la carrera de Historia, y he encontrado varias opciones para ingresar a una escuela de escritores; escribo el presente texto en conmemoración de 9 años de haber decidido mi homosexual y a un año de haber vuelto a nacer y reivindicado mi vida; porque nunca es tarde para cambiar de rumbo cuando a donde vamos no nos gusta.

= Cortesia de un amigo =

(No le pedí permiso para publicarla, espero no se moleste)