
De repente mi celular empieza a repicar, me doy cuenta de que me llega un mensaje y empiezo a leerlo.
Eras tu, diciéndome que querías verme, me pedias que me conectara al msn para arreglar los detalles de lo que sería nuestra primera cita!
Rápidamente corro al ordenador, lo enciendo y me conecto. Me saludas eufóricamente haciéndome repetitivos cumplidos, a los cuales les creí como una estúpida quinceañera.
Platicamos un par de minutos y acordamos ir al cine, a “ver” una película, la cita era en centro magno en aproximadamente una hora, para mi sorpresa yo no estaba limpio, así que tan rápido como pude, me duche, cambie, y perfume
Me dispuse a salir de mi casa con destino a lo que sería el principio de nuestra “relación”
Llegue a la hora que acordamos y espere veinte minutos, porque en el fondo de mi ser, sabía que si te retrasabas podría yo tolerarlo, ya que para mi; valías mucho
Llegaste vistiendo un short de color café y una playera de color blanco en conjunto con unas bellas sandalias cafés, muy combinadas por cierto, me dijiste que tenias visita y que no podías dejarlas ni decirles que te tenías que ir, así que me propusiste ir a tu casa para platicar.
Ya en tu casa, con tantos nervios como jamás los había tenido en la vida me invitaste una cerveza, accedí penosamente, después de charlar, reír y bromear con tus dos encantadoras amigas, ellas decidieron que se tenían que ir
Con vergüenza te pedí que me dejaras usar tu baño a lo que accediste, orine y me lave mis manos, cuando salgo del baño y te encuentro cara a cara, frente a frente. Con una mirada en tu rostro que jamás en mi vida olvidaré.
Te acercaste a mi a no menos de tres centímetros de mi rostro e intentaste besarme, no negaré que mi mente explotó de la emoción y mi corazón casi deja de latir, pero yo tenía novio y no pensaba engañarlo, al menos no estaba entre mis planes, de nuevo intentaste besarme y decidí apartarte de mi, tomando tus hombros y alejándote hacía atrás.
Me tomaste y me dijiste con voz firme y decidida: “sube las escaleras, vamos a mi cuarto” sin pensarlo ni dudarlo subí por las escaleras e instintivamente adivine cual era tu cuarto, entre y cerraste la puerta con llave, me tumbaste en la cama y de nuevo intentaste besarme; sin éxito.
Me dijiste que te caía bien, que te gustaba y astutamente me preguntaste si tu no me gustabas, a lo cual no pude negarme y dije que si, de nuevo te acercaste a mi; esta vez más lentamente y yo estúpidamente me acerque y te bese, fue un beso bastante orgásmico, de esos que cuando apenas tocas los labios de la persona, sientes como si tu alma abandonara tu cuerpo y solo quedara en ti el placer que te provoca!
Me quitaste la camisa, yo te regrese la misma cortesía, nos besamos como jamás había yo besado a alguien ( con pasión y mucha lujuria ) te paraste y me dijiste: “sígueme” y fuimos a la habitación de tus padres, sin encender la luz nos dejamos caer en la cama King size y seguimos besándonos, tocándonos y cada minuto que pasaba engañaba más a mi novio ( Jesús ) me tocaste el pene e hiciste alarde del bueno tamaño que tiene, lo cual hizo que me excitara aun más y elevar mi ego al infinito.
Por fin llego la hora en la que me tenia que despedir, me invitaste a dormir contigo, ya que tus padres no estaban, pero me negué alegando que no podía, lo cual fue mentira, te tuve miedo; un miedo impresionante además de sumarle los nervios por lo que pudiera pasar y yo no me sentía preparado.
Camino a mi casa en tu automóvil no dejamos de besarnos en cada luz roja, yo no dejaba de acariciarte y decirte cuanto me gustabas, cuando por fin llegamos a mi casa, me despedí con un beso tierno y te dije adiós
Lo que paso al día siguiente en tu casa fue maravilloso, y jamás he tenido una experiencia que me proporcione el mismo grado de placer hasta la fecha. Verdaderamente estuviste dentro de mi, y no solo físicamente.
Por motivos de discreción, falta de ganas & tiempo no entraré en detalles.
Así fue como te conocí.