Tenia yo 12 años.
Estaba solo en la casa, era de tarde y estaba aburrido sentado en el piso viendo la TV.
Como lo hacía seguido, me bajé el zipper del pantalón de la secundaria y me empecé a tocar distraídamente.
Normalmente jugaba con mi pene. Me excitaba mucho pero ignoraba que había un "umbral" al final. Esa vez, en el típico movimiento de arriba-abajo con la mano (que siempre me aburria) empecé a sentir algo que me hizo dejar de hacerlo distraidamente.
Empecé a acelerar el movimiento, y una sensación rara empezó a correrme por las piernas. Seguí y seguí hasta que ya no pude más, la vista se me nubló, sentí que mi cabeza había tocado la almohada que tenía sobre el piso y me convulsioné un poco. incluso mis ojos se pusieron en blanco, WOW.
Sentí que había redescubierto el mundo. Y de qué manera. Creo que los siguientes meses los pasé buscando oportunidades para quedarme a solas y masturbarme, en todos lados, a todas horas.
El hábito lo conservo a la fecha, a mis veintitantos años, con todo y el sexo casi diario. Son cosas distintas, y si crees que no, te recomiendo algo: ve con tu pareja, pónganse frente a frente, sin tocarse, y mastúrbense mirándose. Es de lo mejor.
4 comentarios:
Ahhh Inolvidable la primera vez. Siempre.
Ahh... Inolvidable la primera vez.
Solo o acompañado. Siempre inolvidable.
Oh my god eso es muy poetico, aunque no deja de ser jalarsela vilmente jeje
que bonita pagina tiene ta muy variada licenciado luego le dejo mas comentarios respecto a sus pensamientos abstractos de una realidad constante perturbada por eventos literales paradojicos de una realidad alterna beta que precede a la alfa
es verdad nada como la primera vez
jejeje
saludos padre
Publicar un comentario